TEMPUS FUGIT
Amanecen los días despertando las noches
noches que no duermen ya en tu regazo
recuerdos de infancia hoy muy lejana
que auguraban flores y campos de sueños.
Ahora vive el trasiego del querer y el miedo
del sentirse yunque de palos de ciego,
baluarte maternal que protege en su seno
desgarradas heridas de duro terciopelo.
Sigue lloviendo sobre tu consuelo
el silencio habla y refleja tu espera,
en grávidos brazos se mece tu sombra
que se despereza de largo viaje,
mientras pides pausa, para noble causa.
Tus primaveras se marchitan en lluvia de abril
que riega tus senos henchidos de amor y
en balsa moribunda por río febril, se pierden,
entre llantos de acallada conciencia pueril;
tras el velo celestina del espejo social
se extienden las flores de tu infante soñar.
La voz de tu silencio hoy te llama y
recuerda tu memoria en tardes calladas,
tu regazo angelical útero de vida, fue
arco iris de colores antes de tu partida,
hoy entrañas marchitas por el desaliento
de dejar testigo de tu sufrimiento.
Amanecen los días despertando las noches.
domingo, 4 de noviembre de 2007
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