Ayer...Hoy...Mañana
El fresco aroma de la mañana
me trajo ganas de ti.
El pan de nuestros moldes sacia
los apetitos.
Tus caricias ungüento florido
que palpitan en los sentidos,
otrora perdidos,
hoy anclados a tu vestido.
La piel que vestimos se reconoce,
va vistiendo arrugas
tersas...a veces duras
duerme entre algodones, delicioso goce.
Las campanas visten tardes de otoño
murmullos dorados de nuestras canciones.
En el quicio prendido quedó mi espejo
en tu vientre escondido quedó mi abrigo,
en tu calma suspiro y en ella...en ella vivo.
Marcial cortegoso
El fresco aroma de la mañana
me trajo ganas de ti.
El pan de nuestros moldes sacia
los apetitos.
Tus caricias ungüento florido
que palpitan en los sentidos,
otrora perdidos,
hoy anclados a tu vestido.
La piel que vestimos se reconoce,
va vistiendo arrugas
tersas...a veces duras
duerme entre algodones, delicioso goce.
Las campanas visten tardes de otoño
murmullos dorados de nuestras canciones.
En el quicio prendido quedó mi espejo
en tu vientre escondido quedó mi abrigo,
en tu calma suspiro y en ella...en ella vivo.
Marcial cortegoso