HABITANDO (A quo)
Habitualmente es habitual el hábito de los malos modos,
de la poca cortesía, la indiferencia, la insolidaridad,
la falta de compasión. Muy pocas cosas nos afectan, pues ya
estamos infectados de afectos visuales, que ciegan la visión
y aturden el corazón.
Avanzamos, se cree, a pasos agigantados, pero tan sólo tecnológicamente,
pues mentalmente nos quedamos atrás; la insensibilidad intelectual
es tan grande que nos abotarga.
No se crea futuro, se crea materia. Materia que descompone los cimientos
de una sociedad próspera en economía, pero empobrecida en valores,
éticos, morales, cívicos y trascendentes. La búsqueda de la comodidad
y bienestar suple la búsqueda de la verdad, del ser interior, cubierto de
avaricia y envidia, disfraz de hipocresía.
Una ceguera blanca nos acompaña en nuestro viaje alquímico,
en busca del Vellocino, que capitanea nuestro ego, narciso
incurable, proyectando su imagen siempre inalcanzable,
agonía terminal que no tiene final.
¿Viva la Anarquía?...
Marcial Cortegoso
martes, 6 de noviembre de 2007
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